12 oct 2014

Carta perdida

Te escribo porque tengo algo que contarte desde hace ya años.
Es algo que no llego a entender tampoco, pero cuando te veo, me inspiras.

Veo en ti una belleza difícil de explicar, una mirada alienigena de un lugar mejor, una sonrisa envidiable; que no se reduce solo a tu boca, se extiende hasta los ojos casi entornados y se repliega hasta tus mejillas que te lleva hasta las aletas de la nariz y tira de ellas, y consigue que cambien (hay una nariz diferente por cada una de tus sonrisas).
Tienes la serenidad que ojalá hubiera podido fotografiar todas las veces que la vi; como un evento extraordinario, una revelación de tu verdadero rostro cuando se te arrebataba tu sonrisa constante...

Todas esas caras de idiota que se te quedaba cuando no entendías, o esos caretos que ponías para rellenar miradas fijas, cuando te descubrías a tí misma mirando al infinito.

Tu cuello largo, los ojos marrones casi negros, raros, enigmáticos, mágicos, penetrantes, alucinantes, inimitables...

Las marcas de piel en tus ojos, en tu sonrisa, en el cuello y mejillas que denotan tu piel fina, que transparenta tus venas y que denota tu vivacidad.
Serán cicatrices de alegría; una arruga que no ocultará tu belleza natural, porque ésta no residirá en la piel, residirá en tu expresión; en tus formas, esas que no se borran, se aferra al hueso alma.

Es una pena que nuestros caminos se dividieran, que el tiempo en que coincidimos fuera desaprovechado; al menos así lo siento yo. Porque no tuve tiempo de conocerte todo lo que me habría gustado, conocer las inquietudes y a donde iba tu mente cuando se perdía; la vida oculta más allá de la mente, ver tus despistes...
Todo desaprovechado en conversaciones simples, en nimiedades, en lo cotidiano... Supongo que también es lo que tocaba por aquel momento.

Esto no es una declaración de amor, asi que no te preocupes, no busco eso. Esto una declaración de inspiración.

Una musa que inspira al creativo muerto, al monstruo que no duerme, eso eras y eso eres. Una fijación platónica a demasiados kilómetros de distancia, un ataque directo a mi subconsciente.

Tenía que agradecerte lo que has hecho aunque no lo hicieras, es una declaración de un loco inspirado.
Que no busca tener ningún tipo de sentido, claridad o prudencia.



Aunque esto es algo que nunca leerás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario