Querer, poder y no deber

Aun guardo tus recuerdos en cajas,
entre la obsesión y la añoranza.

Con tu nombre escrito
por si lo olvidaba.

Una canción que nunca escuché contigo,
y el monstruo que nunca duerme resucita.

Entre la obsesión y la añoranza.

Entre la piel y la brasa,
la vida sigue friccionando en la frontera vallada.

Entre la obsesión y la añoranza,
tengo una caja cargada de nada,
reducción enfermiza
de una relación
malparada.

Querer, poder y no deber.
Es lo que toca cuando no puede ser.