26 ene 2015

AD DEMENTIA

I

Hoy me he dado cuenta de que no me he rendido, me lo he repetido muchas veces, y he creído hacerlo, pero no lo hago… Sigo cabalgando el caballo muerto que pronto será cenizas, cenizas de las que no renacerá ningún Fénix; es solo abono para plantas. No nacerá nada de ello, que es al final lo que todos buscamos, que renazca la vida…

II

Pero entre las ruinas nunca se recupera nada. Tan solo piedras, astillas y tierra; piedras que cargo a la espalda, astillas que se clavan en la carne y arena que me entierra. Nada bueno sale de la ruina, pero no se rinde, nadie se rinde, no me rindo.

III

Ya no queda conexión. Todo está roto y los trozos son demasiado pequeños, están demasiado removidos, demasiado sepultados en la mierda que depositamos. No queda nada que lo una, no queda unión que lo case, está perdido, pero uno no se rinde, imposible rendirse ante lo evidente.

IV

No es malo, tampoco es bueno, es incómodo porque es infructífero. Rendirse es una opción, continuar una adicción; las dos duelen, ¿quién sabe cuál será el camino adecuado?

DEMENTIA

Te buscaba y te he encontrado,
sabía lo que quería descubrir y no me ha gustado,
ha sido un juego en el que me he equivocado.
Escribo esta puta mierda a ver si mato un poco mi conciencia y de una vez paso de esta angustia que me invade, me agarra y evita que pase de todo.
Que consiga rendirme y decir: “esto se acaba, soy una persona nueva”; pero estoy atrapado en un puto circulo vicioso lleno de gilipolleces que evita que avance en la vida.
Es un monstruo que nunca duerme, que se mete dentro y estoy hasta los huevos, no tengo valor de echarlo porque nunca  he vivido sin él.
Hay que rendirse, HAY QUE RENDIRSE,
me miento.
Pero lo conseguiré,
algún día lo diré y no será mentira,
algún día me rendiré cuando ni yo mismo lo crea.

Algún día llegará la rendición,
dejaré los fantasmas volar,
dejaré las ruinas arder
y la mierda florecer.

Algún día, no me acordaré y viviré...



SIN TI.

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