9 may 2015

Los monstruos necesitan cuervos

A veces elegir lo más simple,
te lleva al camino más angosto.

Tropezar en piedras parecidas,
aunque de distinta esencia,
te lleva a contradicciones.

¿No era la decisión más fácil?
Es fácil porque es elemental,
irreductible, como un dogma.

Lo marca el corazón,
no la razón.
Ñoñerías de un inmaduro,
¡está claro!

Pero elegir diferente de lo que se siente;
lo conveniente y lógico...

¡Es ilógico!
Ilógico y difícil.

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